Angosto mes de Agosto en la terraza de la casa de Heidi. Sentados en columpios colgados de las nubes que se mecen sobre verdivioletas colinas que esperan que una distinguida melena las acaricie.
Cerveza en una mesa de nieve escuchando el parloteo de hippies recicladas que comentan la vida, obra y gracia del dios de las camisas remangadas de la idealnaturista meseta picuda en la que han sido citadas.
Tiempos de obturación, aperturas de diafragma e idílicos enfoques manuales se entremezclan, entrecruzan, entrelazan y entretienen en esos parajes completamente alejados de la mano de Buddha que tan efusivamente fueron recomendados por tu alter ego.
Habitaciones con vistas al blanco mar de verdes olas y amaneceres coloreados de pelirrojo calcados en el pecho.
Cerveza en una mesa de nieve escuchando el parloteo de hippies recicladas que comentan la vida, obra y gracia del dios de las camisas remangadas de la idealnaturista meseta picuda en la que han sido citadas.
Tiempos de obturación, aperturas de diafragma e idílicos enfoques manuales se entremezclan, entrecruzan, entrelazan y entretienen en esos parajes completamente alejados de la mano de Buddha que tan efusivamente fueron recomendados por tu alter ego.
Habitaciones con vistas al blanco mar de verdes olas y amaneceres coloreados de pelirrojo calcados en el pecho.
Plegarias.
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