[...] Y allí estaban. Recordando futuros tiempos en un pasado temporal. Convenciéndose el uno a la otra y la otra al uno de que no todas las nucas son curiosas, pero sí celosas.
Mientras trataba de no pensar en el hecho que dificultaba la visión de ese pasado que llegaría pronto, llegó a la conclusión de que Californication no es ninguna canción triste que vaya a tratar sobre las faltas de ortografía que se puedan cometer en la palabra unidad.
Eso pareció tranquilizarla.
Apoyó su recíproca cicatriz sobre su también recíproco planeta y guardó el diccionario durante un período de tiempo inversamente proporcional al que la iba a añorar, para darse cuenta de que, sin haberlo deseado, había sido convencido para regar su poblada barba.
y mientras la luna brillaba incansable, inquieta, Los planetas giraban sin más alrededor de ese Sol de la vida
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